
Hace dos años que se estrenó esta tragicomedia, 'Pequeña Miss Sunshine' dejaba con la boca abierta a los críticos y público de los festivales de cine más importantes, como el de San Sebastián o Sundance.
Y es que una película de las llamadas indies se hizo con el respeto y admiración del público en las salas de cine.
Sin un gran presupuesto, esta pequeña producción logró que la gente que solo iba a ver cine más comercial empezará a ver en estos filmes algo más que una simple película para pasar el rato.
Al igual que ha ocurrido posteriormente con 'Juno' (de la que hablaré otro día), 'Pequeña Miss Sunshine logró llevarse el respeto y admiración de mucha gente. El truco, quizá la simpleza de la trama pero rica en matices.
Olive es una niña de 6 años que no resalta precisamente por su belleza, con unas gafas de las que llamamos de culo de vaso y una barriguita parece que no se corresponde con el ideal de belleza de los concursos (aunque por supuesto la belleza es muy subjetiva) pero aún así es convocada para la final del concurso de belleza del estado de California.
Olive vive con sus padres, su hermano y su abuelo y se incorpora a la familia el tío Frank que se ha intentado suicidar por un desengaño amoroso. Visto así parece una familia normal, con sus problemas como en todas las casas pero normal al fin y al cabo.
La complicación viene cuando descubrimos que a su padre no le publican el libro en el cual han invertido todos sus ahorros, su hermano (seguidor del filósofo Nietzsche) no habla por un voto de silencio, el abuelo que se pone heroína en secreto y su madre está histérica porque las circunstancias la superan.
Pese a todo, es una familia unida y cuando llaman convocando a Olive para el concurso todos se ponen en marcha para llevar a la pequeña en una furgoneta más vieja que el propio abuelo que se averiará por el camino.
Tras una serie de dificultades a lo largo del camino, tras tres días de viaje (en el que ocurren cosas buenas pero casi todas malas), llegan al hotel de California donde se celebra el concurso.
Sorpresa, las niñas no son como Olive, casi todas parecen niñas mayores de 6 años, maquilladas como payasos y con ropas que no se corresponden ni a su edad ni a su cuerpo. Pese a los intentos de los hombres de la familia para que la niña no siga adelante, madre e hija deciden salir a escena.
Con un final sorprendente y con la moraleja de que un niño siempre tiene que ser un niño pese a los cánones de belleza que injustamente impone la sociedad, la película termina dejando un buena sabor de boca y con ganas de repetir.
Personalmente, creo que es una película brillante, una sencilla trama que transcurre casi toda en la vieja furgoneta y que cuenta la vida de una familia con problemas y como todos juntos logran superar los malos momentos.
Los mejores momentos: el baile final y cuando todos tienen que subir con la furgoneta en marcha y la felicidad de la niña pese a todo lo que ha pasado.
Esta película, es sin duda un canto a la naturalidad de la vida, a la belleza como uno mismo la quiera entender sin dejarse influir, a que hay que perseguir sueños por muy difíciles que sean de conseguir, a la espontaneidad, al amor en todas sus vertientes y a que a veces la unión hace la fuerza.
Que puede haber esperanza donde creíamos que no había nada. A que todo si nos lo proponemos lo podemos lograr.
claro que podemos, yes, we can
ResponderEliminar:)
un beso
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