sábado, 31 de enero de 2009

El Próximo Oriente


Cine español de estreno con motivo de la XXIII edición de los Premios Goya. El jueves, TVE emitió 'El Próximo Oriente', película de Fernando Colomo.
Caín y Abel son hermanos. Nunca se han llevado muy bien y existen rencillas del pasado entre ellos.
Abel es el típico triunfador, casado con dos hijas, vive en Canarias y tiene un importante puesto en un banco.
Caín por su parte es el típico hermano que nunca ha destacado en nada, simpático pero sin un físico espectacular trabaja en una carnicería del madrileño barrio de Lavapiés, donde la inmigración convive con los castizos más castizos de Madrid.
Abel, mantiene una relación extramatrimonial con Aisha, su vecina árabe que se enamora perdidamente de él y al enterarse que para él solo ha sido una aventura más intenta suicidarse tirándose por un balcón. Caín que ve lo que pasa decide acompañar a Aisha al hospital y es entonces cuando reciben dos buenas noticias; ella está bien fuera de peligro y el bebé que espera también está perfectamente.
Todo es un enredo entre Caín y la familia de Aisha, de creencias musulmanas ya que le culpabilizan a él de haber deshonrado a su hija y por tanto a su famila.
Caín, decide entonces hacerse cargo de la familia entera, el día de la boda entre ellos, el padre de la chica se entera de que él no es el verdadero padre, tiene un infarto que le mantiene en coma durante un tiempo, lo necesario para ver como esta familia musulmana se integra en el mundo occidental poco a poco y consiguen tirar hacia delante.
Abel, vuelve a Madrid ya que su mujer se entera y le echa de casa, pretende llevarse lo que Caín ha conseguido, a su mujer y su hijo.
La película acaba con la "lucha" entre Caín y Abel.

Es una película entretenida, para pasar el rato. Sin muchas pretensiones pero capaz de que entendamos los movimientos raciales y culturales que la sociedad está viviendo en las últimas decadas.
Aboga por la integración de todos en un mundo cada vez más intercultural y pretende mostrar la cara de un barrio que se ha convertido en el abanderado de la inmigración, como es Lavapiés.
La historia está bien, es rápida pero tiene alguna parte más floja que la otra.
Las interpretaciones más bien son normalitas/flojitas aunque hay que destacar la del personaje de Caín (Javier Cifrián) que se echa toda la carga interpretativa de la película (estuvo nominado al Goya a mejor actor revelación).
Como casi siempre el cine español no tuvo un taquillazo en esta película (ni en muchas) aunque es simpática y agradable, lo justo para quitar de la cabeza durante un par de horas los exámenes que tanto nos asustan.

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