lunes, 23 de febrero de 2009

El curioso caso de Benjamin Button


'El curioso caso de Benjamin Button' partía como favorita en los premios de la Academia de Hollywood, sin embargo las 13 nominaciones han sido en balde, consiguiendo solo 3 estatuillas.

Lo que si se puede decir que ha conquistado esta película son corazones. Al menos el mío.
Brad Pitt y Cate Blanchett protagonizan esta extraña historia del tiempo al revés.
Al principio, durante los primeros minutos parecía que iba a ser un film de demasiada duración para lo que parecía que iba a ocurrir. Pero sorpresa. Todo cambia a partir de la aparición de Cate Blanchett en escena.

La historia comienza con una anciana en una cama de hospital donde esta esperando la muerte. A su lado, su hija que encuentra en el cajón unos diarios que empieza a leer en voz alta.
El último día de la Primera Guerra Mundial, los Button, tienen a su primogénito. Por circunstancias de salud, la madre fallece en el parto y el padre es quien se hace cargo del niño. Un niño que no es tan niño. Al destaparle, el señor Button ve que es un extraño ser, quizá origen de una especie de maleficio o profecía. En un ataque de ira lo abandona en la puerta de un geriátrico. Allí una pareja de color lo acogen como si fuese su propio hijo. Crece al revés. Por fuera se va haciendo más joven pero por dentro crece al mismo ritmo que una persona adulta.
Allí pasan los primeros años de su vida, rodeado de gente con su apariencia pero con edad distinta. En una de las visitas conoce a la nieta de una amiga suya. Daisy es su nombre y es la única que comprende lo que le pasa a Benjamin.
Así los años van pasando al contrario que para las personas normales. Conoce mujeres, se hace amigos, trabaja e incluso llega a conocer a su verdadero padre.
El tiempo pasa y su propio tiempo también. Mueren sus amigos, los seres que más quiere. Y Daisy crece. Se encuentran justo en la mitad de sus vidas y todo se magnifica. La historia y la película crecen juntas, en intensidad, en imágenes, en poesía y en color.
La trama avanza y no hay que contar más porque hay que verla.
La entrada de Blanchett en escena es lo mejor de toda la película porque mejora la película. El ritmo avanza y se hace más ligera, como el ballet en el baila Daisy.
El color, la escena y la interpretación (sobre todo ella) crece en conjunto y va a más. Quizá quede cursi decir que es poesía en imágenes pero es que es verdad. La armonía entre ambos es lo mejor.
Tiene luz y eso se transmite a los espectadores. Es una fábula del siglo XXI. Quizá digna de enseñar y conservar para generaciones futuras, porque es un cuento sobre el paso del tiempo, el amor en todas sus vertientes (maternal, fraternal, de pareja, de amistad, etc).
Es un canto a la vida que al final se desmorona pero es lo que toca. Por ello solo podemos vivir cada minuto y ver más películas como esta.

1 comentario:

  1. Bueno espero que esta vez no me censuren jajajaja. Si lo que digo yo que lo que no nos pasa a nosotras...
    Sobre la entrada decir que ya antes de leer estas líneas que has escrito tenía ganas de verla porque creo que no es una peli habitual y tiene buena pinta. Así que otra más que pongo en cola para ver. Por cierto, la parte en la que hablas del color y tal... díselo al de cromatismo que le va a gustar con eso ya te suprime el examen. Ah pero dile q se acuerde de tu fial escudero, es decir, yo jajajajaja.
    Me alegra que hayas recapacitado sobre el futuro del blog.
    Besos

    ResponderEliminar

¡Gracias por comentar! :)