
Denostada por unos y alabada por otros. Ésta película no es ajena a la polémica de la Guerra Civil, las 2 Españas ya que se estrenó coincidiendo con la aprobación de la Ley de Memoria Histórica. Hubo polémicas en los cines de toda España cuando radicales se colaban en los cines y causaban problemas a la gente que tranquilamente estaba viendo la película.
El film, dirigido por Emilio Martínez Lázaro ('El otro lado de la cama', 'Los dos lados de la cama') narra la historia real de trece chicas, de las cuales siete eran menores de edad, que fueron brutalmente ejecutadas en agosto de 1939 recién terminada la guerra.
Aún con los últimos bombardeos y recién conquistada Madrid-uno de los últimos bastiones de la zona Republicana- las Juventudes Socialistas Unificadas deciden reorganizarse ya que la II Guerra Mundial está a punto de comenzar en Europa y eso les da pie a pensar en una posible ayuda europea para liberar el país.
Tras esconderse y diferenciarse como pueden, un compañero de partido traiciona no solo a ellas sino a 43 hombres también y son todos acusados de rearmarse y querer atentar contra el caudillo en el desfile de la Victoria.
Tras ser metidas en la cárcel de mujeres de Ventas y tras ser juzgados injustamente por un Tribunal Militar, estas 56 personas fueron fusiladas en una tapia del cementerio de la Almudena en la madrugada del 5 de agosto de 1939.
Pilar López de Ayala (Blanca), Verónica Sánchez (Julia Conesa), Nadia de Santiago (Cármen) y Marta Etura (Virtudes) encabezan este gran reparto no solo por el número sino por la calidad del mismo.
Destacan las principales interpretaciones femeninas al igual que destaca la ambientación de la cinta ya que se reconoce un Madrid que es insólito para los que somos más jóvenes. Tuvo 14 nominaciones a los Premios Goya de los cuales sólo se hizo con cuatro galardones (vestuario, fotografía, música y actor de reparto).
Personalmente creo que no debemos fijarnos en lo superficial de la película (es decir los dos bandos) sino en el sufrimiento de unas niñas que recién acabada la guerra perdieron su vida por defender unos ideales. Eran niñas que vivían en condiciones infrahumanas, hacinadas en una celda donde por supuesto no había ni comida ni agua. Lo peor de todo es que es una historia real, como la de tantas familias que sufrieron porque sus hijos, padres o hermanos fueron ejecutados sin razón alguna o de aquellos que simplemente se perdió el rastro y nunca más se supo de ellos.
Carmen, Martina, Blanca, Pilar, Julia, Adelina, Elena, Virtudes, Ana, Joaquina, Dionisia, Victoria y Luisa fueron las menores por las que se han inspirado libros, documentales, películas y representaciones teatrales.
Ellas han sido la referencia de una época, sus nombres se conocen como pidió Julia en su carta de despedida (Que mi nombre no se borre de la historia) pero hay miles de rostros que se perdieron y que no se han recuperado aún.
Ellas han sido la referencia de una época, sus nombres se conocen como pidió Julia en su carta de despedida (Que mi nombre no se borre de la historia) pero hay miles de rostros que se perdieron y que no se han recuperado aún.
Es deber de muestra generación devolver la dignidad a los muertos y a los que fueron torturados y humillados en comisarias y prisiones. No se trata de vengar sino devolver una pizca de dignidad a quienes en su día la perdieron.
Buenas noches María.
ResponderEliminarAccedo a tu blog a través del de Eduardo Madina. Y veo que tienes una foto tomada en Amsterdam (una de mis ciudades favoritas que visito con relativa frecuencia).
He visto (por encima) algunas de tus entradas, literarias y cinéfilas y me han resultado muy interesantes (una de las últimas, dedicada a "Nada" de Laforet, me ha encantado).
Sobre la película que comentas "Las 13 rosas" creo que haces una reflexión muy acertada y llena de matices. Por mi parte, y por destacar un aspecto (tal vez secundario), a mí me gustó el tratamiento que le da el guión a la responsable de la Sección Femenina, interpretada por Goya Toledo, generoso y lleno de humanidad, de trágica humanidad. En los tiempos que corren es muy fácil llevar planteamientos al celuloide sin nigún matiz y plenos de maniqueísmo. Y en este sentido, entiendo que la película, aún denunciando la terrible realidad de la represión franquista de la posguerra, no tiene un tono rencoroso, sino más bien humano.
Un cordial saludo.
Aún hoy hay que luchar por los propios ideales, máxime las mujeres. Si alguien lo duda, que se de un paseo por lo que se dice ya (y más que se dirá) en la prensa a prósito de la interrupción voluntaria del embarazo. Lo peor es que aún hay quien opina que ser esclava es la "auténtica" liberación de la mujer.
ResponderEliminar