
Todo comienza una mañana de nieve cuando Mia y su familia se montan en el coche... Un fatal accidente hace que cambie su destino para siempre. Sus padres mueren, su hermano pequeño está gravemente herido y Mia tiene el deber de decidir si quedarse en el mundo de los vivos o marcharse con su familia.
La chica tiene 17 años y a través de flashbacks nos va recordando su vida: su pasión por la música clásica, su infancia, su amistad con Kim, como se enamora de Adam, el concierto de Yo Yo Ma... Así pasan las 24 horas más importantes de su vida. Un día en el que sale de su cuerpo mal herido por el accidente y puede verse a sí misma tumbada en la cama de un hospital. ¿Qué debe hacer? Eso no lo descubrimos hasta el final, pero merece la pena todo lo anterior, su debate entre la vida y la muerte.
Es un libro cargado de sensibilidad y que, pese al tema y lo triste de la historia, desprende energía en cada página. Es una novela corta pero llena de emoción y sentimientos que en alguno de sus pasajes nos hace pensar lo frágil que es la vida y como en un minuto todo se puede echar a perder. Un 8 sobre 10.
Es un libro cargado de sensibilidad y que, pese al tema y lo triste de la historia, desprende energía en cada página. Es una novela corta pero llena de emoción y sentimientos que en alguno de sus pasajes nos hace pensar lo frágil que es la vida y como en un minuto todo se puede echar a perder. Un 8 sobre 10.