Hace unas semanas os hablaba del regreso de Kate Morton a
las librerías con 'El último adiós' (Suma de Letras), una novela de más de quinientas
páginas con las que la autora pretende volver a conquistar a sus
lectores más fieles y llevarse alguno más por el camino. Y es que la
"fórmula Kate" no falla: dos hilos temporales, un gran secreto familiar,
tramas personales (salpicadas por ese secreto), un rompecabezas que
parece difícil encajar y una recta final vertiginosa en la que todo encaja. Esa fórmula es la que la ha llevado a ser una de las autoras más
vendidas y también más queridas y respetadas por el gran público y la
crítica. Ha reinventado el género de las sagas del misterio familiar y se nota que ha bebido
de los más grandes. Agatha Christie estaría muy orgullosa de ella.
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Portada de 'El último adiós' |
La trama se construye en torno al pasado de la familia Edevane y la inspectora Sparrow tendrá que remontarse a la Primera Guerra Mundial (a los orígenes de los Edevane) para atar los cabos sueltos de una investigación que despierta sus propios fantasmas familiares. Y es que todos tenemos secretos que guardar...
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'El último adiós' es reencontrarse con la mejor Kate Morton, la que
conquistó a medio mundo con 'El jardín olvidado' y la que volvió a
entusiasmar con 'El cumpleaños secreto'. Morton vuelve a construir una
novela magnética y cautivadora, una novela que remueve las entrañas y
golpea cuando el lector menos lo espera y cuando más lo necesita.
Los saltos temporales, los cambios de narrador, el ambiente húmedo y oscuro, los flashbacks...
Todos son puntos extras, favorables, por los que disfrutamos más y más
de un libro que nos da pena terminar, porque habremos resuelto el
misterio y porque sabemos que tendremos que esperar unos años para
disfrutar, otra vez, de la buena de Kate.