martes, 31 de mayo de 2016

PARÍS SIEMPRE ES UNA BUENA IDEA

Nicolas Barreau se ha convertido en uno de mis autores fetiche. Y no es que sea el mejor, el más profundo o el que mejor escribe, sencillamente sus historias transcurren en París,  – una de mis ciudades favoritas – y consigue darles un brillo especial que sólo esta ciudad puede tener…

Portada de 'París siempre es una buena idea'


Rosalie tiene una papelería muy especial en el barrio de Saint-Germain-des-Prés, LUNA LUNA, en la que vende todo tipo de objetos bonitos y especiales, incluyendo las fabulosas tarjetas de felicitación por la que es conocida en todo París. Rosalie tiene un perro, Shakespeare, y un novio que apenas le deja catar los croissants que tanto le gusta desayunar. Rosalie acude cada cumpleaños a pedir un deseo a la Torre Eiffel y sueña con que el amor de su vida le regale un candado que poner el famoso Puente de las Artes. Sin  que ella lo espere, un día su suerte cambia. Es la elegida para ilustrar ‘El tigre azul’, el nuevo libro infantil del reconocido Max Marchais. Su suerte cambia cuando entra en escena Robert Sherman, un neoyorquino que afirma que los derechos del cuento infantil son suyos…  ¿Cómo se resolverá el entuerto?

‘París siempre es una buena idea’ es un libro bastante previsible pero que merece la pena leer. ¿Por qué? Porque saca una sonrisa y hace que, leyendo cosas bonitas, te olvides del mundo.

Nicolas Barreau tiene el talento suficiente para escribir novelas en las que soñar es una obligación a la que el lector está sometido. En sus páginas se respira un aire fresco, se huele el mejor perfume y se descubre un París como el que nos enseñan en las películas y en los anuncios de televisión. El encanto y la dulzura que destilan sus páginas son su seña de identidad y la verdad, cada vez me gusta más.

Rosalie es una protagonista que desprende bondad y buen humor (una especie de Amèlie), y me encanta que se coma un buen croissant pringando en mantequilla, porque es uno de los grandes placeres de la vida. Y en eso se basa esta novela, en las cosas pequeñas que son tan importantes en nuestro día a día, porque eso a lo que apenas damos importancia, hace que nuestra vida sea mejor.


Me gustan las novelas bonitas, que se leen bien y que permiten desconectar de un mundo, que a veces se torna cruel, para sumergirte en otro paralelo en el que las cosas (casi) siempre salen bien. 'París siempre es una buena idea' es uno de esos libros y por eso merece la pena leerlo. Muy recomendable si te apetece una historia casi naif

lunes, 16 de mayo de 2016

IRÈNE

Comienzo esta reseña sin saber muy bien lo que quiero contar sobre 'Irène', del genial Pierre Lemaitre. Esta es la primera novela de la tetralogía protagonizada por el comandante Camille Verhoeven y la segunda novela que leo del autor. Con 'Vestido de novia' me llevé una grata sorpresa y con 'Irène' me he rendido a su estilo, brutal e imprevisible. 

Portada de 'Irène' (Editorial Alfaguara)


Camille Verhoeven no sabe que su vida está a punto de dar un giro de 180º cuando dos chicas aparecen salvajemente asesinadas. Su apacible matrimonio con Irène y la espera de su primer hijo, cambian por completo con estos crímenes tan brutales. Verhoeven descubre que el asesino ha matado antes, y también descubre que reproduce, de manera perfecta, crímenes de obras literarias como 'La Dalia Negra' o 'American Psycho'. Es una especie de homenaje macabro a la literatura negra, un juego al que Verhoeven tendrá que entrar si quiere descubrir la cara de tan cruel asesino. Su equipo, con Louis a la cabeza, un librero y un profesor de literatura, serán su principal punto de apoyo en esta investigación que le consume cada día un poco más... ¿Quién es en realidad 'El Novelista'?

Cuando leí 'Vestido de novia' no sabía a qué tipo de libro me enfrentaba, más allá de saber que era un trepidante thriller. Con 'Irène', ya sabía más o menos que tipo de historia podría leer, pero ha superado todas mis expectativas. Y por un lado tengo ganas (muchas) de seguir leyendo los casos del Comandante Verhoeven, pero por otro temo que las siguientes entregas no estén a la altura de esta OBRA MAESTRA. 

Pierre Lemaitre es un experto en recrear la escena del crimen, tan real como espeluznante. Casquería pura (en este caso), pero su mérito es que hasta los estómagos más sensibles sigan leyendo compulsivamente. Y es que lo que viene siempre es mejor. Es un toma y daca constante, se respira una atmósfera asfixiante, una cuenta atrás crucial para las futuras víctimas y para el propio Camille. 

Últimamente pocos libros me han enganchado como lo ha hecho 'Irène' y de pocas novelas recuerdo un final tan brutal, desgarrador e inolvidable. Me parece un ejercicio muy valiente por parte del autor terminar ASÍ, de una forma tan tajante. 

'Irène' es la mejor novela negra que he leído hasta el momento. Tiene acción, violencia, un asesino sorprendente (y eso que sospechamos de todos los personajes) y un protagonista, Camille, que se escapa de lo común, todo un personaje. 

Pierre Lemaitre ha conseguido una incondicional más en su amplio club de fans. Me rindo a su escritura, a su forma de contar historias, de engancharnos, de hacernos sufrir y pensar. Si 'Vestido de novia' me entusiasmó, esta primera entrega de su premiada tetralogía me ha hecho vibrar con esos giros inesperados y brillantes, con su protagonista, con los personajes secundarios que no dejan de sorprender, con ese homenaje a la gran literatura negra y con esa segunda parte que deja al lector en estado de shock.

¿Quién da más? 

Imprescindible y directa al TOP 5 de 2016.