lunes, 26 de marzo de 2018

INVISIBLE

La lluvía caía en Madrid (y de qué manera) cuando un grupo de bloggers nos encontramos con Eloy Moreno en el Hotel de las Letras de Gran Vía. Allí nos esperaba para hablar sobre 'Invisible' (Nube de Tinta), su nueva novela dirigida (en principio) a un público juvenil. Eloy Moreno es simpático y cercano, y cuenta con el beneplácito de unos lectores a los que conquistó con 'El bolígrafo de gel verde' en 2009. 

Portada 'Invisible'

¿Quién no ha deseado alguna vez ser invisible?

¿Quién no ha deseado alguna vez dejar de serlo?

El problema es que nunca he llegado a controlar bien ese poder:

A veces, cuando más ganas tenía de ser invisible, era cuando más gente me veía, y en cambio, cuando deseaba que todos me vieran, era cuando a mi cuerpo le daba por desaparecer.


'Invisible' es una novela mágica, tierna, sincera y bonita (muy bonita), pero también dura. 

Ninguno de nosotros sabemos la fortaleza que tenemos hasta que nos ponen a prueba, algo que nuestro protagonista irá descubriendo con el paso del tiempo.

Es complicado hablar de un libro sin poder desvelar nada del argumento, así que los que me leéis, tendréis que conformaros con saber que es una de las mejores historias que he leído en las últimas semanas (y eso que últimamente puedo presumir de ir a buen ritmo).


En esta historia nos encontramos con gente débil que se cree fuerte, gente fuerte que se cree débil, con gente que tiene miedo, que siente vergüenza y que se siente sola.


Hay novelas que provocan tsunamis emocionales, que traspasan y que nos dejan tal pellizco en el estómago que somos capaces de sentir esa sensación de vacío que a su vez sienten los personajes. 


Eloy Moreno ha sabido construir unas situaciones muy reales (y tremendas) a través de una narración ágil, cuidada, con diálogos punzantes y con escenas que dan que pensar sobre la sociedad que se está construyendo en la actualidad. ¿Qué futuro nos espera? 

'Invisible' es una historia para leer solo, en familia, en colegios o institutos, en casa... Y no tiene edad porque lo que pasa en ella, nos afecta a todos. 

No dejéis de leerla. 

Valoración Goodreads: ⭐⭐⭐⭐

jueves, 8 de marzo de 2018

QUERIDA IJEAWELE (CÓMO EDUCAR EN EL FEMINISMO) / TODOS DEBERÍAMOS SER FEMINISTAS

De unos meses a esta parte, la nigeriana Chimamanda Ngozi Adichie ocupa un lugar privilegiado en la sección de libros feministas o ensayo en cualquier librería. Hace unas semanas os hablé de ‘Americanah’, pero  ya tenía en cuenta que iba a leer y analizar sus dos tesis más conocidas y por las que está dando conferencias en todo el mundo. Hoy (8 de marzo de 2018) es un buen día par recordar(nos) que debemos seguir el camino hacia una igualdad real.

NOTA 1: ¿Qué es el feminismo?
Según la RAE: Principio de igualdad de derechos de la mujer y el hombre.

NOTA 2: ¿Qué es el machismo?
Según la RAE: Actitud de prepotencia de los varones respecto de las mujeres.

QUERIDA IJEAWELE. CÓMO EDUCAR EN EL FEMINISMO



Este pequeño ensayo es una carta que Chimamanda escribe a una amiga de la infancia que acaba de ser madre. Esta amiga le pide ayuda para educar a su hija en el feminismo. A través de las palabras que describen hechos cotidianos, el lector observa como la sociedad sigue siendo activamente machista (véase nota 2).  

Tu premisa feminista debería ser: Yo importo. Importo igual. No “en caso de”. No “siempre  cuando”. Importo equitativamente. Punto.

Para Chimamanda, el problema social de machismo – feminismo parte de la educación. A nosotras se nos ha educado (durante siglos) para complacer a nuestras familias, en el trabajo y a nuestras parejas. Nuestro nivel de exigencia siempre es mayor del que pueda tener nuestro colega varón. Por eso Chimamanda cree que nos tenemos que conceder espacio para fracasar y no ser perfectas. A nosotras se nos exige que vayamos impecables, que tengamos la casa ordenada y llegar a tiempo a todos los lados. La equidad entre hombre – mujer también es importante para avanzar como sociedad y esto implica que los roles de género tienen que dejar de importar en nuestro día a día, como dice la autora hay conocimiento que parecen “preinstalados en la vagina” y en realidad todo se puede aprender, la creatividad no tiene límites ni para ellos, ni para nosotras.

La autora también habla de las mujeres y el poder y lo hace con la expresión “Feminismo Light”. Siempre que una mujer tenga poder, se la va a mirar con lupa. ¿Ocurre lo mismo con los hombres? Para Chimamanda (y para mí) la respuesta en NO, siempre hay algo de benevolencia masculina: nos dan permiso para desatender familia, casa u otras obligaciones diarias y al final son ellos los que deciden si llegamos o no y en qué condiciones lo hacemos. Y esto también incluye el aspecto físico de las mujeres con poder. ¿Cuántas veces hemos mencionado (incluso nos hemos reído de) las chaquetas de uniforme de Ángela Merkel? ¿Cuántas veces se ataca a nuestras políticas con la palabra “fea”? ¿Cuántas veces se les ataca a ellos de la misma manera?  

Y es que nosotras siempre tenemos que estar perfectas y hacer que todo el mundo se sienta bien. ¿Es igualitario eso? No siempre tenemos que gustar y tampoco tenemos que tener labios, manicura y pelo perfecto las veinticuatro horas del día, pero tampoco tenemos que juzgar a aquellas mujeres que quieran hacerlo, yo lo hago, pero porque ME VEO BIEN, me siento bien conmigo misma. Me gusta perfumarme y tengo 20 pintalabios repartidos entre mi baño, mi habitación y mis bolsos. Pero, ¿qué pasa si un día no me apetece maquillarme? ¿Creéis que los que habitualmente me ven no me preguntarían si me pasa algo? Al final, la decisión tiene que ser nuestra, de igual manera que ellos deciden si se afeitan o se cortan el pelo o se ponen pantalones vaqueros todos los días.  ¿Por qué tiene que haber diferencia en eso? ¿Por qué – nosotras- siempre tenemos que ser amables? ¿Por qué no se nos permite estar un día enfadadas con el mundo? ¿Por qué ellos tienen carácter y nosotras “mala leche”? ¿Es eso igualitario?

Al final, dice Chimamanda, todo es cuestión de educación "porque las normas sociales las crean los seres humanos y no hay ninguna norma social que no pueda cambiarse". 

TODOS DEBERÍAMOS SER FEMINISTAS


Este ensayo es la edición revisada de una conferencia que Chimamanda dio en diciembre de 2012 en TEDxEuston, una conferencia que podéis ver en YouTube.  Es una conferencia en la que habla de su amigo fallecido Okoloma y recuerda que fue la primera persona que la llamó feminista. 

¿Qué es ser feminista? Una cosa es lo que la definición dice (véase nota 1) y otra cosa es lo que la sociedad interpreta. La autora dice que es una palabra cargada de connotaciones negativas y no le falta razón (véase el termino común feminazi). Yo me considero feminista pero ni odio a los hombres (me gustan), ni odio los sujetadores y sí, me ducho y utilizo cremas, perfumes y desodorante todos los días. Y esto es importante porque el discurso machacón diario es el que las feministas ni nos lavamos, ni nos depilamos (cuando es una decisión personal) y utilizamos ropa fea y al final volvemos a nuestro aspecto físico. ¿Es eso igualitario?

En 'Todos deberíamos ser feministas' Chimamanda incide en que el cambio real tiene que venir desde la base, desde la sociedad y la educación, porque "una mujer puede ser igual de inteligente, innovadora y creativa que un hombre. Hemos evolucionado. En cambio, nuestras ideas de género no han evolucionado mucho."

Justificar la rabia (siempre negativa en una mujer), justificar la forma de vestir, de actuar, que aspirar al matrimonio debe ser nuestra meta, justificar determinados comportamientos de los hombres, justificar ¡una violación! (¿Cómo era el corto de tu falda? ¿Qué hacía sola a esas horas?), justificar el éxito, justificar que nos guste el sexo... Si lo pensamos fríamente, siempre tenemos que estar dando explicaciones de todo (incluso de una violación). ¿De verdad es eso igualdad? 

Para mí ha sido revelador leer estos dos ensayos. Todos tenemos cosas que aprender y cosas que cambiar. No somos conscientes de los gestos diarios que nos alejan de la plena igualdad y de lo torpes que somos poniéndonos barreras nosotros solos. No tenemos ni idea de lo que los prejuicios pueden ser demoledores y del tiempo que estamos perdiendo. Espero que estos dos libros sean de lectura obligatoria en colegios y abramos los ojos de una vez. 

Feliz 8 de marzo a todos los que están luchando por conseguir un mundo más equitativo y mejor. Hemos llegado hasta aquí, pero aún nos queda mucho por recorrer. 

Valoración Goodreads: ⭐⭐⭐⭐⭐

lunes, 5 de marzo de 2018

CÓMO SER MUJER

El 8 de marzo se celebra el Día Internacional de la Mujer y este blog se viste de morado para conmemorar esta fecha y reivindicar, que nunca está de más. Creo que los libros sirven (además de entretener), para educar, concienciar y para hacernos pensar. Hace unos días leí 'Cómo ser mujer', de la británica Caitlin Moran y no se me ocurre mejor semana que esta para hablaros de esta lectura. 

Portada 'Cómo ser mujer'

'Cómo ser mujer' está a medio camino entre un libro de memorias y un ensayo, una especie de "novela reflexiva" en la que la autora nos narra situaciones personales (generalmente bochornosas) que le han tocado vivir por el hecho de ser mujer. La lectura se divide en dieciséis capítulos (más  un epílogo) y en ellos Moran describe esos pequeños momentos cotidianos a los que nos enfrentamos a diario (que emitan juicios sobre nuestro aspecto físico, que ellos opinen sobre nuestro vello y lo que queremos hacer con él, nuestras hormonas...¡cosas que son nuestras!) y que al final son los que hacen que se conformen las sociedades (¿machistas?) actuales. 

["¿Qué es el feminismo? Solo la convicción de que las mujeres deben ser tan libres como los hombres, por muy chifladas, estúpidas, crédulas, mal vestidas, gordas, menguantes, vagas y engreídas que sean. ¿Qué si eres feminista? Ja, ja, ja. Por supuesto que sí."]

Lo que más me ha gustado de este libro es que Caitlin Moran habla sin pelos en la lengua de situaciones por las que todas hemos pasado, situaciones que hacen que nuestro día a día a veces se convierta en un pequeño campo minado y ¡cuidado si pisas! A nosotras se nos han impuesto responsabilidades por el simple hecho de nacer siendo parte del sexo débil. Y no entrecomillo, ni pongo cursivas, porque dentro de la sociedad, lo somos. O como la autora dice, las segundonas.

["Casi todo el machismo se debe a que los hombres están acostumbrados a que seamos las perdedoras. Ese es el problema. Solo tenemos un mal estatus. Los hombres están acostumbrados a que lleguemos en segundo lugar, o seamos completamente descalificadas. [...] Estos hombres son los directores generales de nuestras grandes compañías, los grandes tipos de la bolsa, los asesores de los gobiernos. Ellos imponen el horario laboral y los permisos de maternidad, las prioridades económicas y las convenciones sociales. Y, por supuesto, en su foro interno no sienten la igualdad: el machismo corre por la sangre de su generación, junto con el gusto por los púdines hervidos, los azotes y el golf. Su reacción automática es considerar a las mujeres como otros. El prejuicio tan arraigado contra las mujeres trabajadoras, liberadas solo morirá cuando mueran ellos."]

'Cómo ser mujer' es un libro que habla de una sociedad actual (la primera edición es de 2011) nada justa y nada igualitaria. Por genética ya partimos con desventaja (los chistes sobre nuestra regla siguen estando a la orden del día) y luego están las preguntas: ¿Cuándo nos presentas a tu novio? ¿Cuándo te casas? ¿Cuándo vas a tener niños? Siempre y cuando seas heterosexual. Todo un despropósito por la sencilla razón de que a ellos, nunca se lo preguntan. 

La sexualidad, el aborto, el aspecto físico o la moda son otros temas de los que la autora habla en este libro que recomiendo (y mucho). 

Me ha gustado el estilo de Caitlin Moran. Esto es lo primero que leo de ella (aunque ya tengo pendiente 'Cómo se hace una chica') y me ha parecido una lectura muy instructiva y amena. Todo contado sin tapujos (porque también tenemos derecho a ser brutas) y con mucho sentido del humor. Un libro que se hace corto por lo que cuenta y por cómo lo cuenta. 

Valoración Goodreads: ⭐⭐⭐⭐

viernes, 2 de marzo de 2018

LA LIBRERÍA

Hay libros que llegan en el momento adecuado y resultan ser toda una sorpresa. Confieso que hace unos meses llegó a mi estantería 'La librería' (Penelope Fitzgerald, Impedimenta), pero no ha sido hasta ahora (quizá motivada por el Goya a Mejor Película) cuando he decido leerlo. 


 'La librería'. Editorial Impedimenta
Corre la década de los 50 en Hardborourgh, un pequeño pueblo inglés en el que los avances sociales parecen no llegar. Florence Green es una viuda de guerra, desmotivada y que se encuentra sola, hasta que decide rehabilitar Old House y convertirla en la primera librería del pueblo además de su vivienda. Pero no lo tendrá fácil ya que el pueblo (su gente), encabezado por Violet Gamart, emprenderá una lucha para que abandone su sueño. Florence encuentra en el solitario señor Brundish, su lector más fiel, y en la pequeña Christine, su ayudante, dos apoyos fundamentales. 

'La librería' es una novela de invierno, de esas que calientan en el frío más absoluto. En poco más de doscientas páginas, Penelope Fitzgerald nos regala una historia que va directa a alma, sin artificios, con una prosa limpia, sencilla y muy cuidada (al igual que la edición especial de Impedimenta).

Con este título es obvio que los libros también van a ser importantes en la trama  y la llegada de 'Lolita' de Nabokov será un punto de inflexión que nos llevará hasta un final con el que aprenderemos que las personas buenas y valientes tienen que sufrir y luchar (mucho) para encontrar su lugar en un mundo viciado, egoísta y cargado de envidia. A pesar de esto, también nos enseña que nunca hay que perder la esperanza, que siempre se puede empezar de cero y que siempre habrá alguien por quien merecerá la pena hacer el esfuerzo. 

'La librería' tiene un toque autobiográfico y gracias a su autora que aunque tarde, se decidió a escribir esta historia, siempre será un lugar en el que podremos refugiarnos. Es una novela para disfrutar desde la primera a la última página y Florence Green, un personaje al que admirar. Yo seguro que vuelvo.